Las investigaciones arqueológicas de Sipán, mantenidas entre los años
1987-1999 permitieron descubrir un total de 13 tumbas de diversas épocas
y jerarquías. Es decir que la plataforma funeraria no sólo sirvió de
sepultura al magnífico entierro de un soberano, sino a una serie de
personajes que formaban parte de la élite de su tiempo.
Cada tumba contiene el cuerpo y todos los atuendos, ornamentos y bienes
usados en vida. En base a cada contexto, hoy podemos conocer la compleja
estructura social y política del Mundo Mochica, en cuya cúspide se
encontraba el Señor seguido del Sacerdote, los jefes militares en un
tercer nivel y luego guerreros o asistentes religiosos.
Alredor del fardo funerario fueron dispuestas 26 vasijas con restos de
alimentos y bebidas. Estas figuras ofrendatorias representan personajes,
perros o búhos, es decir, probablemente súbditos y los animales
vinculados a la noche y el viaje al mundo de los muertos.
Una mujer de 16 años y una llama fueron sacrificadas y colocadas
ligeramente sobre la cabeza como los únicos acompañantes de este antiguo
dignatario que probablemente concentró en su tiempo el poder militar y
religiosos separados después en funciones diferentes. |