Extrañamos la presencia de nuestro presidente constitucional de la República, doctor Alan García Pérez, cuya recargada agenda le habrá impedido estar con nosotros en esta importante fecha, pues conocemos de sus largas e incansables jornadas de trabajo, igual que la de usted señor presidente del Congreso de la República, doctor Luis Gonzales Posada, agregando que la labor de todo juez es abnegada y exige una gran dedicación. Todos los jueces laboran sin mirar el reloj, salvo para controlar las audiencias, pero no puedo dejar de precisar la esforzada labor de nuestro Presidente, quien pareciera abrir las puertas de este Palacio de Justicia, pocos minutos después de las siete de la mañana de cada día, sin tener hora de salida.

CARLOS ZAVALA LOAYZA

Agradezco, al señor Presidente del Poder Judicial, doctor FRANCISCO ARTEMIO TÁVARA CÓRDOVA, la designación que me permite el honor de dirigirme a ustedes en esta solemne ceremonia, 36 años después de haberse promulgado en 1971 el Decreto Ley N° 18918 que instituyó cada 4 de agosto como EL DÍA DEL JUEZ en homenaje al inicio de la Alta Cámara de Justicia en el departamento de Lima ocurrido el 4 de agosto de 1821.

Significativamente se concatena esta Cámara de Justicia, con la apertura del Perú Independiente y a la par con el gesto del libertador don José de San Martín que legó a nuestra Patria un Perú libre e independiente por la voluntad general de los pueblos, que se vio acrecent ada con la decisión del libertador Simón Bolívar al crear la Primera Corte Superior de Justicia en la ciudad de Trujillo el 30 de abril de 1824; como apreciamos, es evidente que el Santo de la Espada, Don José de San Martín, y el Libertador Simón Bolívar quisieron para nuestro pueblo una vida en justicia, segura y en paz.

Reconocida la vigencia de los tres Poderes del Estado, el Poder Judicial puede mostrar numerosos magistrados ilustres, a quienes no siempre hemos rendido, justo y merecido homenaje, después de confrontar nombres y merecimientos difícilmente de ubicarlos en orden sucesivo hemos considerado que en esta ocasión es oportuno que el homenaje se circunscriba a un Magistrado cuyas múltiples actividades en la vida pública de nuestro país ha sido brillante, ceñera y ejemplar, que exige su reconocimiento en atención a su probidad, preocupación, desprendimiento y formación altamente calificada que siempre estuvo al servicio de nuestra Patria, de ahí que en esta ocasión destacaremos las virtudes, calidades personales y capacidades del ilustre peruano don CARLOS ZAVALA LOAYZA quien fuera integrante de esta excelentísima Corte Suprema de Justicia de la República y también su Presidente.

CARLOS ZAVALA LOAYZA, nació en esta ciudad de Lima, el 24 de julio de 1882, sus padres, don Pedro José Zavala y doña Virginia Loayza, ambos naturales de la tierra sureña Tarapacá, formado en un hogar bien constituido cuyo ejemplo jamás dejó, empieza sus estudios cuando nues t ra Patria tenía fresco el recuerdo de la guerra de 1879; es así que los inicia en el Instituto de Lima, bajo la dirección del Profesor alemán Kart Laicher, estudios que fortalecieron su espíritu y orientadamente lo proyectan hacia nuevos horizontes; culminada esta etapa de su formación, se decide por la carrera de Abogado, y a los 22 años, en 1904 obtuvo el Grado Académico de Doctor en Jurisprudencia por la Facultad de Jurisprudencia de la Cuatricentenaria Universidad Nacional Mayor de San Marcos; de espíritu inquieto a sus 24 años, en 1906, fue elegido Concejal Provincial de Lima, sirviendo a la Comuna Capitalina en la que llevó a cabo los "Juegos Florales" en 1909, certamen que permitió  estimular el espíritu literario de los jóvenes de esa época y que al parecer a la fecha se ha truncado.

Por entonces, Chile orientaba su diplomacia hacia las repúblicas de Colombia y Ecuador, levantando antiguas aspiraciones limítrofes de éstos países, producidos los serios incidentes en Angosteros motivó que en 1910 Zavala Loayza, a sus 28 años, henchido de fervor patriótico, integrara el Batallón de Voluntarios que en sus filas contaba con Universitarios y Abogados.

De retorno a la vida civil el 30 de junio de 1912, a la edad de 30 años, contrajo matrimonio con la distinguida dama doña Rosa Oyague y Noel con quien procreó a sus dos hijos. El destino le dio la posibilidad de que ese mismo año iniciara su carrera judicial como Agente Fiscal de Lima,  consecuente con el ejercicio de su Ministerio, dando pruebas de su entereza profesional denunció el delito de las deportaciones ocurridas y solicitó el enjuiciamiento, del por entonces Intendente Rivera, igualmente, en esta misma línea de conducta funcional al clausurarse el diario ?La Prensa? de esta ciudad Capital, formuló la denuncia pertinente a fin de que se restablecieran los derechos conculcados.

Al asumir el Gobierno, el Presidente don Guillermo E. Billinghurst, elegido constitucionalmente, el doctor Zavala Loayza en 1913 fue designado su Secretario, posteriormente en su condición de Encargado de Negocios del Perú se le acreditó ante el Gobierno de Italia, cumpliendo importantes labores en el quehacer diplomático.

A los 42 años de edad, en 1924, asumió la Fiscalía de la Corte de Lima, desempeñando nuevas funciones exitosamente.
En el año 1926, cuando tenía 44 años de edad, asume Cátedra Universitaria en su antigua Alma Mater y tuvo como colegas en la Facultad de Jurisprudencia a los eximios Catedráticos doctores Javier Prado, Víctor M. Maúrtua, Pedro Carlos Olaechea, Alfredo Solf y Muro, Manuel Augusto Olaechea, Plácido Jiménez, Toribio Alayza y Paz Soldán, César Antonio Ugarte y Angel Gustavo Cornejo; fueron sus alumnos, entre otros, los distinguidos hombres de derecho los señores doctores José León Barandiarán y Jorge Basadre, en la novedosa cátedra de Derecho Procesal Penal que desarrolló con particular empeño e ilustrados conocimientos de su época.
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Su espíritu de maestro y abogado dejaron huella en quienes tuvieron el honor  de ser sus alumnos, y a quienes les inculcaba permanentemente que a San Marcos ?se viene a estudiar, a leer y a discutir?, compartía el pensamiento del entonces Decano del Colegio de Abogados de Paris, su contemporáneo, Henry Roberts para quien ?El Abogado debía ser la más alta personalidad cultural dentro de las profesiones liberales?.

Ocurrida la Revolución de Arequipa, en 1930, la Junta Militar de Gobierno creó el Tribunal denominado ?Tribunal de Sanción Nacional?, a éste organismo acudió el doctor Zavala Loayza como Fiscal, por entonces contaba con 48 años de edad.
 
Cumplidos los 50 años de edad, en 1932, fue nombrado Vocal titular de la Corte Suprema de Justicia de la República.

En tanto se desempeñaba como Vocal de este Supremo Tribunal, el Gobierno Constitucional del General Luis M. Sánchez Cerro convocó al Magistrado Zavala Loayza como Ministro de Relaciones Exteriores, época en que nuestra Patria se hallaba en difíciles momentos, colaboró eficazmente a la solución del litigio que Perú sostenía con la hermana República de Colombia; sin embargo, su dedicación y esfuerzo se truncó al entrar en vigencia la Constitución de 1933 que establecía incompatibilidad en el desempeño de funciones judiciales con las de Ministro de Estado, es así que, el doctor Zavala Loayza reasume sus actividades jurisdiccionales en la Corte Suprema de Justicia de la República.

El 5 de mayo de 1936, mediante Decreto Supremo Nº 154, se nombró una Comisión Presidida por el doctor Zavala Loayza, por entonces Magistrado de la Corte Suprema y Catedrático principal de Derecho Procesal Penal en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, oportunidad que le permitió conjugar su experiencia como Magistrado de este Supremo Tribunal con la del maestro estudioso, incorporando los mejores conocimientos de su época en el Anteproyecto que permitía  una nueva visión del Derecho Procesal Penal, es así que al término de los esfuerzos realizados por su Comisión y difundido el Anteproyecto, el Jurisconsulto y Político Español don Niceto Alcalá Zamora, desde Francia, donde se hallaba exiliado, dedica su tiempo al estudio de este novedoso esfuerzo jurídico y lo define como: ?Humano, liberal, breve, eficaz, claro, correcto, progresivo, que honra al insigne profesor Zavala y refleja la madurez lograda por la Ciencia del Derecho en el Perú?.

Apreciamos su agudo intelecto, su madurez crítica de jurisconsulto y su proyección práctica para el nuevo Derecho Procesal Penal, lineamientos que aún perduran haciendo historia en nuestro país.

A los 59 años de edad, los integrantes de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República, en reconocimiento de sus altas calidades intelectuales y personales, eligió al doctor Carlos Zavala Loayza su Presidente, dirigiendo exitosamente los destinos del Poder Judicial durante los años de 1941 y 1942.

Producido el triunfo de las Fuerzas Armadas, en la Batalla de Zarumilla, en 1942, que condujo a la solución de nuestros límites con el Ecuador, conforme al Protocolo de Río de Janeiro; se efectuó la multitudinaria concentración ciudadana en el Estadio Nacional de entonces, en homenaje a nuestros héroes que defendieron la integridad territorial. En aquella ocasión el doctor CARLOS ZAVALA LOAYZA en su condición de Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la República, en acto que Presidiera el doctor Manuel Prado y Ugarteche, Presidente Constitucional de la República, nuestro homenajeado pronunció el discurso de orden destacando las virtudes de nuestras Fuerzas Armadas, el valor y convicción de nuestros soldados que ofrendaron sus vidas defendiendo el honor nacional y su integridad territorial; en elocuentes frases interpretó el respeto y gratitud del pueblo peruano a su ejército victorioso de jóvenes combatientes, a quienes el pueblo del Perú les rendía un cálido homenaje.

Su experiencia e inteligencia redundaron en beneficio de la Suprema Corte y de la Administración de Justicia, su señorío, ponderación y don de gente mereció el reconocimiento de sus colegas y subordinados, quienes recordaban sus altas calidades humanas reseñadas y ensalzadas por el Vocal Decano doctor Luis Antonio Eguiguren en Sala Plena del 17 de Julio de 1952 que con motivo de la última Sala Plena que Presidiera el doctor Carlos Zavala Loayza, estando próximo a s u retiro para el 24 de julio de ese año, al cumplir 70 años de edad, EXPRESÓ: ??.la profunda emoción que causaba su retiro, a sus compañeros de labor, que han apreciado su intachable conducta de magistrado, en el desempeño austero de una carrera recorrida peldaño a peldaño con dignidad y altura. Agregó, que quien no sólo ha sido Juez, mostrando en todos los cargos y en todos los actos ecuanimidad del justo; sino legislador, elaborando y estructurando con profunda versación, el cuerpo de leyes que rige el proceso penal de acuerdo con las corrientes más avanzadas; jurista, penetrando en el profundo sentido de las normas; y, magistrado, constituyendo su obra en todas la horas, en el campo de acción de sus especiales aptitudes de ?magister?, que han dado forma, sentido y unidad a la jurisprudencia penal que es obra suya; ocupa con todo título, preferente lugar al lado de los insignes jueces de esta Corte, que han sido honra y prez de la magistratura de la Patria. Expresó además, que como Presidente, elegido por sus méritos o llamado por la ley con gran acierto, deja también estela de ejemplos y fructífera preocupación por lograr más altos desarrollos, entendiendo la función como elevado cometido y docta versación. Por todo lo que habrá de ser cara su ausencia a los miembros de la Corte, para quienes el pensamiento de que el doctor Zavala Loayza es ya parte misma de esta institución augusta, no lograría que se dejase de sentir la falta de su presencia y de su sabiduría en el recin to de la justicia?.

El mismo 24 de julio, fecha en que el doctor Carlos Zavala Loayza se jubilaba, la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia de la República acordó la MOCIÓN mediante la que se dispuso que en el local de la Biblioteca del Supremo Tribunal, se colocara su retrato en atención a que la reorganizó y fomentó con sus propios medios económicos, destacando una vez más por sus méritos de jurista y su conducta de magistrado austera, distinción otorgada sin perjuicio del retrato que por derecho le correspondía en la Galería General de los Presidentes de esta Corte Suprema de Justicia de la República.

La vida del insigne Magistrado doctor CARLOS ZAVALA LOAYZA se extinguió el 24 de setiembre de 1957, a los 75 años de edad, dejándonos el alejamiento físico de su presencia y la invalorable herencia de su obra, entre las que destacamos, ?Programa de Derecho Procesal? en 1929, ?Programa de Derecho Procesal Penal? en 1937, ?Sinopsis Histórica de la Legislación Penal en el Perú en 1941 y el Proceso Penal y sus Problemas en 1947, asimismo su ilustre figura fue resaltada por la ?Galería de Honor? de El Diario Español de Buenos Aires, que lo menciona como ?a uno de las personas más inteligentes y distinguidos de la Magistratura peruana?.

Unido a su espíritu de Justicia jamás olvidó sus calidades humanas y reconocida jovialidad que le permitieron una real vida social que lo vinculaba fácilmente con quienes lo rodeaban, es así que logró la Presidencia del Club Nacional en dos ocasiones en circunstancias muy significativas para la sociedad Limeña.

Resulta difícil sintetizar la vida y obra de éste ilustre peruano, sin embargo, al haberlo presentado espaciadamente encontramos que es digno ejemplo de imitar, ojalá los señores jueces de la República de todos sus niveles e instancias, incluyendo a los abnegados Jueces de Paz No Letrados del país puedan encontrar en esta vida ejemplar inspiración suficiente que no sólo les permite vivir con dignidad sino que además vuelquen sus conocimientos, aspiraciones y preparación a un mejor servicio a la causa de la justicia que permita a nuestros compatriotas restablecerles los derechos que les fueran conculcados, de este modo lograr la confianza ciudadana en este Poder del Estado.

Aprovechamos esta hora para invocar a la Prensa Nacional que al informar destaque los innumerables logros que alcanza la Administración de Justicia y que al señalar  defectos, deficiencias y/o irregularidades e inconducta funcional de algún Magistrado, lo precisen objetivamente con la mejor imparcialidad a fin de no dañar la imagen de uno de los Poderes más importantes, al que recurrimos confiados en el Estado de Derecho que rige nuestra vida democrática bajo la tutela nuestra Constitución y nuestras leyes.

Pedimos al Supremo Gobierno, que Preside el excelentísimo señor doctor ALAN GARCIA PÉREZ, su apoyo y respaldo en la justa causa de Administrar Justicia, contribuyendo con los medios adecuados que permite que la puesta en vigencia del nuevo Código Procesal Penal tanto en Huaura como en el departamento de La Libertad logre el éxito histórico que esperamos.

En las actuales circunstancias en que los Cuerpos Normativos no son los mismos y el momento histórico no es el que vivió nuestro homenajeado, doctor CARLOS ZAVALA LOAYZA, debido a que nuestra población ha crecido en torno a 27 millones de peruanos, en un mundo globalizado, con numerosas y variadas instituciones jurídicas nunca antes pensadas que importa carga procesal permanentemente creciente, y en consecuencia exige rapidez, eficiencia y eficacia, para lo que demanda a sus jueces preparación sostenida, esfuerzo indesmayable, responsabilidad a toda prueba y visible honestidad, en salvaguarda de su augusta función de Administrar Justicia, para un país que quiere vivir en Paz con justicia para el logro de su desarrollo.