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Gracias a estos trabajos, se recuperaron cerca de 600 objetos que
constituían los bienes usados por el dignatario en vida y que
permitieron identificarlo como el gobernante que ostentaba una autoridad
militar, religiosa y civil. Con este descubrimiento se esclarecía que
las numerosas representaciones del arte Mochica donde figuran personajes
que reciben ofrendas y honores, no fueron puramente mitológicas, el
principal protagonista de muchas de las escenas correspondería por sus
atuendos al Señor de Sipán, quien había presidido los más importantes
eventos religiosos y políticos de su tiempo y fuera sepultado hace 1700
años.
Entre las joyas reales rescatadas se encontraban tres primorosos pares
de orejeras de oro y turquesa, representando un ave sagrado asociada a
los rituales de la fertilidad, los venado vinculados al culto de los
ancestros y el más extraordinario de estos ornamentos que representa en
una imagen miniaturista de oro al mismo señor flanqueado por dos
guerreros. Sobre su mano derecha reposaba un cetro metálico rematado en
una pirámide invertida de oro con los relieves de la escena de
imposición militar sobre prisioneros, que constituía sin duda el
principal símbolo de mando y poder.
Igualmente se recuperaron emblemas ó estandartes de cobre dorado que
podrían significar imágenes de culto ó símbolos heráldicos de esta
dinastía de reyes, en ellos aparece una divinidad con los brazos
abiertos extendidos en ángulo y con los puños cerrados, presente también
sobre un enigmático ornamento figurado como una silueta humana sin
cabeza y con los brazos abierto. Un collar representado 20 frutos de
maní, fue confeccionado la mitad de oro y la mitad en plata, reiterando
el dualismo de la religión Mochica.
La cerámica es el más conocido y singular legado, que demuestra
excelentes niveles de conocimientos en su elaboración y producción,
utilizándose técnicas con gran maestría. Produjeron objetos de cerámica
destinado al uso doméstico y ceremonial, entre los cuales destacan los
objetos de carácter ritual sepultados con sus personajes más
importantes. Estas imágenes escultóricas ó vasijas decoradas a pincel
asombran por la expresividad y perfección de rostros, animales, frutos,
objetos y demás actividades humanas como sacrificios, ritos, seres
mitológicos, animales humanizados y otros que se vinculan a las
funciones de una justicia que supieron organizar para la gobernabilidad
de su Estado. La iconografía de sus escenas demuestra vida y movimiento
en las complejas escenas de ceremonias o combates, cacerías rituales y
probables relatos míticos, además de escenas eróticas o de castigos y
suplicios por faltas graves a la sociedad u ofensas al orden divino.
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Reconstrucción de la cámara funeraria completa. Un total de ocho
personas acompañaban al Señor: tres mujeres jóvenes, dos hombres hacia
ambos lados, un niño, un soldado guardián y un vigía, además de dos
llamas y un perro |
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El venado, animal
vinculado al culto de los ancestros.
El ave "pico de
cuchara", vinculada a los rituales de purificación y fertilidad.
La orejera principal del Señor de Sipán, limpia y restaurada. Fue
confeccionado mediante el perfecto ensamblaje de piezas de oro y mosaico
de turquesas sobre un soporte de madera. |
En
la mano derecha el señor portaba un cetro de oro en forma de pirámide
invertida, con relieves de la escena de imposición militar sobre
prisioneros; en la mano izquierda llevaba otro cetro similar de plata
fundida con el mismo tema, sin duda eran los principales símbolos de
mando y poder |